viernes, 31 de julio de 2015

El desafío pendiente:

Que la mitad de la juventud que hoy no finaliza la escuela secundaria a término, pueda hacerlo

         Laura Marrone
laura.marrone88@gmail.com


Desde hace casi una década la educación secundaria es obligatoria en Argentina acompañando un proceso más general en la región. Chile sancionó su obligatoriedad en 2003, Uruguay en 2008 y Brasil por enmienda constitucional a partir del 2009. Argentina extendió la obligatoriedad a todo el nivel a partir de la sanción de la Ley N° 26.206/06.

Sin embargo, las estadísticas oficiales dan cuenta de que, por cada dos egresados de 7º año del nivel primario, egresa uno en 5º año de la escuela media (año 12) con la edad correspondiente a una escolaridad regular: 17 años[i]. El desgranamiento y la sobre-edad son algunos de los problemas que muestran las dificultades de la juventud para el ejercicio de su derecho a la educación.
El presente trabajo es un aporte parcial e inacabado sobre las posibles razones que explicarían esta situación, analiza el efecto de las políticas públicas que pretenden contrarrestarla y propone algunas medidas para revertirla.

I.                   El diagnóstico hasta la sanción de la Ley 26.206

El Documento preliminar para la discusión sobre la educación secundaria elaborado por el Ministerio de Educación de la Nación (2008) [ii],  afirmaba que desde la caída de la dictadura militar en 1983 se había dado un progresivo incremento de la matrícula de la escuela secundaria. La tasa de escolaridad neta habría pasado de 42,2% en 1980 a 59,3% en 1991. Un nuevo hito lo habría marcado la sanción de la Ley Federal de Educación N° 24195/93, que estableció la obligatoriedad del ciclo básico del nivel medio. Así en 2001 se había llegado a 71,2%. Estas cifras, sin embargo, eran desiguales según el ámbito: 56% en el rural y 82% en el urbano.

El Censo 2001 mostraba que el 15% de la población de 13 a 17 años (600.000 jóvenes) no asistía a ningún establecimiento de educación formal.  Esa cifra se agravaba en los sectores de más pobres ingresos: 30% según la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) en 2005, siendo más elevado el porcentaje en los jóvenes de 17 años: 38,1%. Según estudios de la OIT en el 2006, 10,1% de la población urbana nacional, de 15 a 19 años, no estudiaba ni trabajaba. Estas cifras se duplicaban para mujeres: 13%. En cambio solo 7,2% para varones.

El documento reconocía que, a partir de la crisis del 2001, se registraba un proceso inverso. La matrícula media de la educación común se había retraído desde el 2002 al 2006 en casi 70.000 alumnos. Afirmaba que esta matrícula podría haberse corrido a la educación media de adultos ya que ésta había aumentado en 48.500 alumnos, registrándose sin embargo, una pérdida de 20.000 alumnos aproximadamente.[iii]

El documento reconocía que el promedio de repitencia era del 10,7%, siendo mayor en el 8vo año: 15,7%. Señalaba que esa cifra era mayor en el ámbito público: 13,1% contra 4,4% del privado. La baja repitencia registrada en el ámbito rural se debería a su menor matrícula.

Según la DINIECE en el 2006, la tasa de abandono fue alta en el año 12 de escolaridad: 26,5%. Nuevamente las escuelas públicas registraron cifras más acentuadas: 30,4%, mientras en las privadas fue de 19,5%. En el ámbito rural, el abandono se iniciaba ya en 7°, 23,1% contra 1,2% en el ámbito urbano. Esta diferencia podría explicarse por la falta de escuelas medias en zonas alejadas de centros más poblados y la temprana inclusión en el mundo del trabajo.

La DINIECE indicaba que la sobre-edad oscilaba entre el 32,8% para el 7° año y 27,7% para el 5º año  en el 2006. Así mismo, otro dato relevante lo constituía el hecho de que el 52% de los jóvenes de 20 a 29 años no poseía certificado de terminalidad porque adeudaba materias habiendo, sin embargo, cursado hasta el 5º año inclusive.[iv]


II.                A casi una década de la Ley de Educación Nacional

A casi 10 años de la Ley de Educación Nacional N° 26.206, que extendió la obligatoriedad del nivel medio al Ciclo Orientado, la evolución de la matrícula de la escuela media no ha registrado cambios sustantivos. Atendiendo a que la variación poblacional entre los censos 2001-2010 fue del 10,6%, podemos afirmar que el aumento de matrícula no supera el crecimiento vegetativo ya que la diferencia entre 3.431.959 en el 2001 y 3.663.829 en 2010 es curiosamente ese porcentaje: 10,7%. Y si consideramos la “década ganada” o sea la totalidad de los mandatos la Presidencia de Néstor Kichner y Cristina F. de Kichner, el porcentaje asciende a 11,1%, apenas 0,4% más.

El censo 2010 arrojó que la población de 12 a 17 años era de 4.215.957 jóvenes. Según nuestros cálculos, atendiendo a las cifras de escolaridad de DINIECE para ese año: 3.663829 alumnos, la tasa de escolaridad fue de 85,5%.
Según SITEAL, la tasa de escolarización para la población de 12 a 14 años habría aumentado del 97,8% a 98,3% en 2013. Sería una de las más altas, aunque ligeramente inferior a Chile que tendría 99%. Para la población de 15 a 17 años en toda América Latina habría aumentado de 69,4% en 2000 a 76,6% en 2013.[v] En Argentina, la tasa de escolaridad para esa población habría pasado de 85,2% a 88%[vi] en el mismo período, también una de las más altas, aunque inferior a Chile que tendría 92%[vii]. Siguiendo estos datos, en el 2013, uno de cada diez jóvenes de 15 a 17 años seguía fuera del sistema educativo. Esto significa que 552.128 jóvenes en esa franja etaria no asistían a ningún establecimiento escolar común[viii]. (ver Cuadro 1)

Cuadro 1
1997
2.463.608
2001
3.431.959
2002
3.466.543
2003
3.450.487
2004
3.464.364
2005
3.445.410
2006
3.450.812
2008
3.523.132
2009
3.604.322
2010
3.663.829
2011
3.715.684
2012
3.796.908
2013
3.834.908

Fuente: DINIECE Anuarios estadísticos

Según los datos oficiales, el desgranamiento de alumnos aumentó levemente. El cuadro 2 muestra que existía una relación de 1,8 a 1 entre el número de inscriptos en 1er  año y en 5º año en el 2001, pero en el 2013 la relación fue de 2 a 1.(ver cuadro 2)

El problema se agrava cuando analizamos las cifras de los efectivamente egresados, aquellos que terminaron el 5to año y obtuvieron su título. Mientras en el 2001 la relación entre la población que egresaba con título y los ingresantes a 1er año era del 36,5%, en el 2013 esa proporción fue de 37,6%. No existe ningún cambio cualitativo en estos resultados siendo que los regímenes institucionales de evaluación y promoción se flexibilizaron considerablemente en la década analizada, como parte de las llamadas políticas de inclusión que analizaremos más adelante.

Cuadro 2

TOTAL  ALUMNOS EDUCACION MEDIA COMUN POR AÑO (estatal+privada)

AÑO
7
8
9
10
11
12
Egresos
2013
804.109
839.876
697.125
607.303
485.043
401.452
302.470
2012
808.580
836.928
685.249
606.563
469.952
389.636
285.699
2011
792.922
825.831
672.561
590.824
457.588
375.958
247.307
2010
803.957
821.587
650.497
581.920
444.178
361.690
248.389
2009
806.376
801.333
622.755
580.391
433.824
359.643
248.714
2008
781.955
759.928
611.446
569.324
433.888
354.540
251.451
2007
759.497
744.313
608.701
570.184
433.014
336.807
248.396
2006
737.547
747.763
618.086
577.384
425.432
344.600
254.729
2005
727.403
744.970
626.080
563.988
429.683
353.286
267.700
2004
735.060
739.502
609.502
564.908
445.193
370.199
279.936
2003
720.635
703.919
611.714
563.988
466.104
384.127
280.876
2002
695.974
715.003
631.426
571.600
469.617
382.923
300.072
2001
695.451
722.994
635.713
547.556
448.016
382.229
253.977
Fuente: DINIECE –Anuario estadístico


Algunos estudios señalan que estas cifras deben relativizarse ya que parte de esta matrícula ha pasado a la educación media de adultos. Efectivamente, la matrícula de adultos del nivel medio creció 30% en este período. Los anuarios de la DINIECE indican que en el 2001 había 405.887 alumnos en tanto que en el 2013 había 525.708.  En cuanto a egresos, en el 2001 hubo 47.707 estudiantes, y en el 2013 se llegó a casi un 50% más: 73.774. Si bien estas cifras dan cuenta de un mayor número de años de escolaridad, el número de egresos sigue sin compensar la diferencia señalada respecto a la tasa neta de escolaridad media.  Además, debe considerarse que la escolaridad de adultos contempla solo 18 a 20 horas de clase semanales, en tanto que la educación común debe brindar 25 horas. Si bien existen adaptaciones curriculares por la edad, la profundidad de los contenidos tratados es más limitada.(ver cuadro 3)[ix]

Cuadro 3 Educación media adultos

Matrícula
Egresados
2013
525.708
73.744
2001
405.887
47.707
Fuente: DINIECE

III. Percepción de alumnos y docentes sobre las causas de la pérdida de escolaridad de la población de nivel medio.

A continuación relatamos algunas entrevistas a diferentes actores de escuelas. Por lo limitada de la población entrevistada, deben ser revisadas a la luz de trabajos más extendidos.

D (18) sin escolaridad CABA(Ciudad Autónoma de Buenos Aires)

“Dejé porque me costaba mucho, no entendía… Sí, me dijeron que había clases de apoyo pero era en la hora de otras materias o tenía que volver a la tarde y no tenía para comer al medio día… tengo un hijo, busco trabajo, hago changas”

C. (20) estudiante CENS (Centro Educativo de Nivel Secundario adulto), CABA
Fui a una privada, pero repetí varias veces porque no me sentía bien con mis compañeros. Ahora estoy acá, pero no son como yo. Yo vengo de otro nivel social. Me cuesta un poco”.

K.(15) y B. (16) estudiantes, Bajo Flores-CABA
K: “Muchas chicas dejan porque quedan embarazadas y les da vergüenza…Ya sé que hay jardín para las madres pero no les gusta que las vean con la panza o con los bebés…También los varones, porque empiezan a trabajar...Yo me cambié de escuela porque la otra me quedaba lejos… Me gustaba más… aquí hay mucha violencia… se pelean por boludeces… los profesores son buenos, me ayudan”.

B: “Dejan porque se ponen a afanar… se meten en la droga… quieren plata… otros porque consiguen trabajo y trabajan hasta muy tarde, no les da el tiempo, tienen hijos que mantener.”

E(51) Directora Agronomía-CABA

Algunos estudiantes que fracasan una y otra vez, repiten y terminan con sobre-edad, sintiéndose fuera de " foco". Algunos se reinsertan en algún CENS  o en algún secundario privado acelerado poco serio. El resto abandona y no pide pase a ninguna escuela.
 Faltan adultos que acompañen su escolaridad. Muchos estudiantes no tienen ni siquiera quien les firme el cuaderno de comunicaciones, padres que trabajan todo el día y no pueden o no saben cómo acompañarlos. Padres que no se pueden hacer cargo por problemas de adicciones, delincuencia. Los hijos, a la deriva. El ejemplo que deberían tener de los adultos no se da en la familia. Muchas veces lo encuentran entre adultos de la escuela, en los que sienten que pueden confiar.Si bien mi escuela los tiene más contenidos, a veces no pueden sostener la cursada y estas situaciones familiares provocan altos índices de inasistencias.
Últimamente están apareciendo casos de estudiantes con " fobias", que les impiden salir de sus hogares y concurrir a la escuela. Hay mucho ausentismo, a pesar de que las políticas de inclusión obligan a los directivos a reincorporar infinitamente a los pibes que llegan a las 25 faltas. Estas inasistencias obviamente inciden en el fracaso y abandono.

J. (45) Supervisor Mataderos de CABA:
“No tenemos escuelas medias diurnas en la zona. La extensión de la obligatoriedad se hizo creando turnos nocturnos en las escuelas primarias y las familias tienen miedo que sus hijos  lleguen a la noche a la casa. Literalmente, no van más

L. (40) profesora de San Telmo-CABA):
“Faltan porque tienen que cuidar a sus hermanitos cuando las madres trabajan. Viven en hoteles, amontonados, no tienen lugar para estudiar. También por el embarazo adolescente, no tenemos jardines para las madres, como en otras escuelas. Casi todos tienen la beca. Las exigencias no son tantas, les damos muchas oportunidades. No dejan por eso. No les exigimos libros, trabajamos con fotocopias. Los que provee el ministerio no alcanzan y muchas veces no coincide con lo que él o la docente diseñó para su materia.”

M. (38) preceptora en San Telmo-CABA
“La verdad, no sabemos atraparlos, hay que cambiar el régimen institucional. A veces mis cursos tienen hasta seis horas por día sin profesor. El sistema de designación de suplentes es semanal. Cuando un profesor pide licencia el lunes hay que esperar hasta el sábado para que nombren un suplente y a lo mejor no consiguen. Los chicos quedan sin clases, van perdiendo ritmo, interés.”

H (42) Director en José C. Paz (Prov. de Bs As)
“Nuestro distrito es el que más desgranamiento tiene en la provincia. Estamos en una zona donde el 90% de la población vive de subsidios del estado porque no hay trabajo genuino. Muchos cuando crecen empiezan a delinquir y dejan la escuela.
Antes de la nueva Ley de educación, en la EGB 3 (7,8 y 9) teníamos 550 alumnos. Con la nueva ley, pasó a ser primer año y perdimos 100. Es como si el corte hubiera provocado esa pérdida. En otros casos se pierden cuando la escuela tiene solo hasta 3er año y hay que ir a otra para el ciclo superior. No van. Hay casos que dejan a partir de 4º año pues sienten que no les sirve para buscar trabajo. Prefieren ir a una escuela de formación profesional. Otra causa que provoca desaliento es la falta de continuidad de las clases. Cuando un profesor se enferma, la normativa impide que se nombren suplentes antes de los 15 días. Otro problema de pérdida de días de clase son los problemas edilicios: falta de agua, corte de luz, problema de baños, etc.”


IV. Percepción de los docentes acerca de las políticas públicas

Analizamos a continuación la percepción de los docentes de las políticas públicas que pretenden contrarrestar esta realidad.

E (55) directora en Liniers-CABA:
“Lo de los tutores está bien, lo mismo que los planes Mejora, te permite hacer proyectos que puedan interesar a los alumnos, pero no podés darles continuidad. Ahora nos suprimieron los proyectos de los planes Fortalecimiento de Ciudad porque dicen que hay que cubrirlo con las horas del profesor por cargo, pero no es lo mismo. Teníamos la “escuelita”, un espacio para ayudar a los alumnos con dificultades de aprendizaje a contra-turno, y ahora no nos dieron continuidad a esos fondos. Teníamos radio. Todo perdido, y los docentes precarizados. Sin estabilidad en los cargos no podés sostener los proyectos.”

I (58) profesor de Club de Jóvenes -CABA:
“Es una propuesta potente para retener matrícula de chicos a los que les cuesta reinsertarse en el espacio escolar, funciona los sábados en escuelas abiertas. Hay guitarra, teatro, ajedrez, deportes. Pero ahora se lo está desguazando. No nos dan las viandas, demoran en confirmar los contratos cada año, nombran a coordinadores por fuera del plantel, que no conocen el proyecto.”

L.(61) Capacitador docente
“Todos estos planes hay que eliminarlos, conducen a la precarización laboral y educativa. Lo que se necesita es incorporar estas propuestas a una jornada laboral docente, por fuera del tiempo de clase curricular, con docentes designados por estatuto y concursos públicos”

H (45) José C Paz, Provincia de Buenos Aires.
“Tenemos un nuevo Reglamento General de las Instituciones educativas de provincia de Bs. As., (Decreto N° 2299) por el cual los preceptores y las conducciones nos tenemos que hacernos cargo de la atención de alumnos cuando falta un docente   para que no tengan que irse a sus casas. En lugar de pensar las causas del ausentismo, nos recargan de trabajo. Falta el personal que está previsto por Resoluciones según la matrícula o cantidad de secciones: vicedirectores, bibliotecarios, vicedirectores, EMAP (encargados de medios de apoyo técnico pedagógico), jefes de áreas o departamentos. Nos faltan doce cargos. Tenemos cursos de hasta 43 alumnos.
El estado trata de poner el ciclo superior en el turno vespertino para no tener que construir más escuelas o aulas. Algunas escuelas ahora se encuentran con que perdieron matrícula porque muchas familias no mandan a sus hijos adolescentes a la noche por razones de seguridad. Nosotros luchamos hasta con corte de ruta y conseguimos dos salones más.
Casi todos nuestros alumnos cobran la Asignación Universal por Hijo. En 4º, 5º, 6º y terciarios, pueden pedir el Plan Progresar, que pasó a ser de 900$ este año. El Plan Mejoras lo usamos para tutorías, que dan clases de apoyo. Es muy bueno para los chicos, se pueden hacer talleres, capacitación docente. Pero es insuficiente en cantidad, y supone trabajo precarizado, pagan menos por hora cátedra, no hay derecho a licencias. Con 660 alumnos tengo 6.000 pesos para gastos operativos en todo el año: resmas de papel, libros, fotocopias: 1$ por alumno por mes.
Este año se empezó con el programa “Reconocimiento de saberes” con carácter piloto. Consiste en dar por aprobado el año por más que hayan quedado aplazados en 3 o 4 materias. Se dice que cursarán a contra-turno las materias que desaprobaron.

E. (51) Directora Agronomía-CABA
“Si bien la letra escrita habla de incluir a todos en la escuela hay mucha resistencia en algunos docentes que consideran que es facilitarles cada vez más la cursada. Por otro lado, cada vez hay más trabas burocráticas para que las escuelas puedan resolver estos temas, nos exigen muchos controles administrativos mientras los alumnos quedan a la deriva sin nadie por encima de la escuela que resuelva estos temas.
Con los fondos del Plan Mejoras muchas escuelas deciden pagarle a un Asistente social o Psicólogo ya que no tenemos por planta funcional. Estos siguen siendo parches que quedan a exclusivo criterio del director de cada escuela, con el peligro que implica que no existan controles del manejo de ese dinero.
No hay una política para los repetidores, por ejemplo, que no tengan que volver a cursar todas las materias sino sólo las que se llevaron. Muchas veces los docentes los estigmatizan y no buscan otras estrategias para aprovechar su recorrido anterior y retomar su proceso de aprendizaje, para que ellos mismos puedan empoderarse como estudiantes.”

L(51) Malvinas Argentinas Prov.de Bs As
“Cuando nos dijeron que teníamos que abrir el ciclo superior de la escuela media no nos nombraron personal, ni nos dieron recursos. Yo tenía 211 cupos para el comedor, hoy con más matricula tengo 101 cupos que tengo que repartir entre todos. Recibo 1.500$ por mes para mantener el edificio e insumos, no puedo pagar el arreglo de un baño.
Con el programa Conectar igualdad se entregaron las computadoras para cada estudiante, pero no tenemos conexión a internet, a veces tenemos intranet. No hubo capacitación a docentes, los pocos cursos son con cupos limitados en la región, no llegan al distrito. No tenemos servicio técnico para reparar las computadoras. Hay uno regional que no llega nunca pues es para 4 distritos con dos millones de habitantes. No se están utilizando en el aula.

L(40) Docente Santa Cruz:
“Mi escuela comparte el mismo edificio con otros dos. No hay tiempo de limpiarlo. Nos piden que aceleremos las trayectorias pedagógicas de los alumnos. En tres semanas tenemos que acelerar a un alumno de 16 años para que pase de un año a otro. El sujeto que nosotros atendemos es un sujeto pobre, carente. Si la escuela no le brinda los elementos para que comprenda el mundo en qué vive, tenemos que enfrentar las directivas que no le dan esas herramientas.”

V. La cuestión socio-ambiental y cultural

Las condiciones socioeconómicas generales dificultan el ejercicio del derecho a la educación enunciado en la norma. La vulnerabilidad social es particularmente más aguda en los sectores infantiles y juveniles. Argentina tiene un índice de pobreza, estructural, de 25,1%, lo que equivale a 9,6 millones de personas[x]. Esta cifra ascendería 8 puntos si no existiera la Asignación Universal por Hijo (AUH), plan de entrega de subsidios por parte del estado, que redujo la indigencia a 5,5% y que representa el 37% de los ingresos de las familias pobres. A su vez, 37% de sus trabajadores están en negro, y la mitad de su población tiene ingresos inferiores a 5.000$[xi], equivalentes a menos de la mitad de la canasta familiar estimada en 14.000$.

Problemas de vivienda: Según el último censo 2010, 25,4% de la población padece problemas de vivienda: 3.095.312 de hogares. El hacinamiento en viviendas precarias, la falta de espacio físico para estudiar en casa son factores que operan contra la buena escolaridad. La inestabilidad en los alquileres debido a la falta de una legislación que proteja al inquilino,  permite el aumento de precios por encima de salarios, la arbitrariedad en la renovación de contratos lo que hace que deban buscarse nuevas ubicaciones perdiendo cercanía con las escuelas de origen, y con ello problemas para re-matricularse.

La maternidad-paternidad adolescente: La maternidad adolescente aparece como una causa significativa de abandono en las mujeres. Si bien en algunas escuelas hay jardines maternales asociados, son excepcionales y no cubren la demanda existente. En algunos casos a esto se agrega un problema cultural: la “vergüenza” de ser madre soltera que hace que muchas mujeres se replieguen a la vida hogareña, incluso perdiendo toda posibilidad de salida laboral. En el caso de los varones que asumen su paternidad temprana, esto conduce a que salgan a trabajar abandonando sus estudios dado que se trata de trabajos precarizados.

El trabajo temprano: La necesidad de salir a trabajar aparece como otra causa del abandono en la franja de 15 a 17 años. Las jornadas extendidas en  talleres de costura, en comercios o  changas en la construcción, son uno de los motivos claros de abandono. Son trabajos precarizados donde el derecho a estudiar no se contempla ni en licencias por examen ni horarios.

Cuidado de hermanos pequeños: La falta de jardines maternales públicos conduce a que muchos chicos deban quedarse en sus hogares cuidando hermanos pequeños mientras sus padres trabajan. Esto provoca buena parte del ausentismo que conduce lentamente a la pérdida de regularidad y de interés por estudiar.

Adicciones y redes de delito: El crecimiento de las adicciones y la caída en redes de delito es otra causa de la pérdida de escolaridad. La escuela sola no puede si no existe una política de estado consecuente para combatirla.

Viajes y comida
Si bien existen descuentos o abonos en transportes públicos en algunas provincias, esto suele ser acotado a horarios que, en caso de contra-turnos, o jornadas diversas, no es válido. La “vianda” existe solo en algunas escuelas, es deficitaria desde el punto de vista nutricional. La gran mayoría no la tiene. Las clases de apoyo o de actividades extendidas a contra-turno se vuelven un gasto extra.

Cuestiones culturales
En las últimas décadas, junto al reclamo social por la democratización de la sociedad y los derechos de la juventud, ha crecido en las familias la convicción de que es necesario que los chicos terminen la secundaria. Este hecho, se ha reforzado aún más con el establecimiento de su carácter obligatorio desde las leyes. Sin embargo, en muchos casos los padres, que no fueron a la escuela secundaria, no pueden sostener culturalmente la apoyatura a este nivel de escolaridad de sus hijos. Cuando la escuela no puede compensar este déficit, los chicos se van desmoralizando y caen en el fatalismo de que “para ellos no es el estudio”.

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V.                Las políticas de estado

Si bien han crecido dispositivos con el propósito de retener a los alumnos en este nivel, estos son insuficientes, discontinuos y no han revertido la situación descripta.

Faltan escuelas próximas a los domicilios: La obligatoriedad de la escuela media no fue acompañada de un plan de construcción de escuelas suficiente. Aunque se construyeron escuelas, la demanda  no ha sido satisfecha. Esto lleva a la baja matrícula en las zonas rurales o grandes urbes. En algunas ha favorecido la privatización ya que, ante la falta de escuelas cercanas, han crecido las escuelas privadas, financiadas por el estado con subsidios. Otras han pasado los nuevos cursos obligatorios, 4º y 5º año a turno vespertino, pero el resultado ha sido la pérdida de matrícula dado que las familias temen el envío de sus hijos por razones de seguridad.

Los tutores: Esta figura es reivindicada por gran parte de docentes y alumnos. Sin embargo, no forma parte de las plantas funcionales de las escuelas. Se organizan a partir de horas institucionales que se pagan por fuera de los salarios. Al no ser parte de un régimen laboral estable no permite mantener un proyecto en el tiempo. Además, son insuficientes.

Las becas: Este histórico reclamo de los estudiantes hoy existe. Se entregan masivamente y sin mayores dificultades. Su distribución debería acompañarse, sin embargo, con un plan para sostener la escolaridad: tutores, apoyos, etc.

El comedor estudiantil: La alimentación de los estudiantes que asisten a contra-turno debería ser motivo de preocupación. Comer viandas en base a sándwich de fiambre y pan durante toda la adolescencia contribuye a la mala nutrición, a la obesidad, a los malos hábitos. Se requiere un plan para desarrollar comedores estudiantiles con dietas aprobadas por nutricionistas.

Las clases de apoyo: El apoyo extra-clase para superar dificultades en el aprendizaje resulta fundamental para retener matrícula y además para contribuir a una buena educación. Sin embargo, este diseño no está instituido ni se le ha dado prioridad. Depende de la voluntad y decisión de cada escuela sobre cómo habrá de distribuir sus recursos humanos. Allí donde se realiza ha dado buenos resultados, aunque también sufren los problemas antes enunciados: los problemas del contra-turno, la falta de estabilidad de los docentes.

Los Planes Fines: El Plan Fines 1 consistente en brindar clases de apoyo a los estudiantes que adeudaran una o dos materias previas de 5to fue una medida apropiada para facilitar la terminalidad de aquellos que no tenían recursos para pagar un apoyo particular y obtener su título. Lamentablemente esta buena propuesta se concibió con docentes precarizados, sin derechos laborales.
En 2010, por el contrario, se implementó el Plan Fines 2, una burla al derecho de la juventud: con 6 horas de clase semanales que reemplazaban a las 25 horas de una escuela media obligatoria, se facilitó la obtención del título de egreso de la secundaria. Con 70% menos de cursada, recorte de contenidos, el único resultado fue la reducción de las tasas de desescolarización de nuestro país para mostrar en los organismos internacionales.

Planes “Mejora” y “Fortalecimiento” y programas no formales.
La entrega de recursos para promover la realización de proyectos que apunten a retener la participación de estudiantes en el espacio escolar, a partir de iniciativas y/o intereses no ceñidos a las materias curriculares (radios, revistas, cines debates, teatro, clubes de jóvenes, deportes) no se hace a partir de establecer un sistema de derecho en la distribución del presupuesto sino bajo la lógica de mercado. Se distribuyen en forma discrecional, y como modo de control de eficiencia y rendimiento. Profundizan la precarización laboral de docentes, facilitan el uso discrecional de recursos, son insuficientes e inestables en el tiempo. Pasan meses del año sin confirmarse los docentes a cargo, los chicos se cansan, se desinteresan. Los docentes no pueden planificar su actividad ni sus propios ingresos laborales. En lugar de este mercado de fondos se debería reestructurar el presupuesto de modo que cada escuela disponga, por norma, de recursos para la compra de material didáctico y, a su vez, aumentar las plantas funcionales para incluir los cargos por concursos públicos y bajo el régimen laboral del estatuto docente.


Educación sexual y aborto legal: La maternidad y paternidad adolescente requiere que se dé prioridad a la educación sexual de nuestros jóvenes en la escuela media. Somos responsables de brindarles a nuestros alumnos las herramientas para poder disfrutar de su sexualidad sin el peligro de un embarazo prematuro en sus vidas. Al mismo tiempo, debemos abrir el debate sobre la necesidad de que nuestra sociedad acepte la legalización del aborto para aquellos casos en que el embarazo no es deseado. Para que la juventud tenga derecho a decidir, debemos darles las herramientas.

El régimen laboral docente: El ausentismo docente es presentado, en muchos casos, como causante de la pérdida de interés de los alumnos en muchos estudios gubernamentales, incluso en algunos comentarios de actores de las propias escuelas. Un estudio serio de esta realidad daría cuenta que las condiciones laborales están en la base de este problema.  En primer lugar, los bajos salarios hacen que la docencia muchas veces trabaje hasta 70 horas de clase semanales cuando el promedio, por ejemplo en Europa ronda las 28 horas, siendo solo dos tercios de esa jornada frente a clase. El exceso de horas de clase provoca deterioro en la salud docente, aumenta las enfermedades, reduce el tiempo de preparación de clase y perfeccionamiento docente. Como además, muchos trabajan en diferentes escuelas, en módulos pequeños con mosaicos de horarios, resulta difícil el reemplazo de suplentes, que se realiza en forma tardía una vez a la semana y en algunas jurisdicciones no se garantiza antes de los 15 días por norma. El régimen de profesor por cargo supone una solución más alentadora a esta realidad, pero su implementación se hace desatendiendo situaciones de docentes que llevan años en cargos suplentes, y/o afectando las horas extra-clases a llenar huecos por ausentismo, lo que lleva a que no puedan cumplirse las funciones previstas. Se requiere una urgente revisión de la política salarial docente, el rediseño de la jornada laboral a cargos para incluir los tiempos extra-clase y la convocatoria a designación de suplentes al menos cada dos días a partir del mejor uso de recursos de la tecnología digital para su implementación.


VI.             Conclusiones:

En el presente trabajo sostenemos que la baja escolaridad del nivel medio alcanzado en Argentina, más allá de la nueva normativa obligatoria, obedece a la pobreza estructural que padecen los sectores populares, debido a la avaricia del capital. En los últimos años, la bonanza económica por los mejores precios de las exportaciones de productos primarios, no revertió en un mayor nivel de vida del conjunto de la población. El potencial de la revolución tecnológica en curso no sirvió para la redistribución, en términos históricos, civilizatorios, del trabajo en toda la población con menos horas de jornada laboral. Ambos factores han sido aprovechados por los grandes capitalistas para una mayor concentración, aumentado sus riquezas  mientras se generó mayor precarización laboral, trabajo esclavo y desocupación estructural.

Las llamadas políticas de inclusión solo sirven como paliativos de contención social a la demanda de los sectores excluidos pero no cuestionan las bases estructurales mismas de una estructura económica y política cada vez más excluyente.

Se requiere un cambio radical de las relaciones sociales de producción, de modo que estén organizadas en función de las necesidades sociales y no de las ganancias del capital. Esto solo podría lograrse si el estado pasa a ser organizado por los trabajadores, en una nueva institucionalidad que suponga su plena participación en cada uno de los niveles de decisión de las políticas públicas, en lugar del régimen actual de representación. A la par, se requeriría un nuevo régimen de propiedad de los grandes resortes de la economía que deberían pasar a ser de propiedad pública, es decir de la totalidad de la sociedad, y para beneficio de todos sus habitantes a quienes se reclamaría  que den, con su trabajo, toda su capacidad.
La realización de ese cambio estructural  debe estar jalonada de luchas presentes para la obtención de medidas inmediatas  que contribuyan a mejorar las condiciones de acceso a la escolaridad media, a saber:

-                     Rediseño del modelo de financiamiento de la educación que deberá volver a ser nacional para recuperar igualdad en el acceso entre jurisdicciones[xii]. Aumento del mismo a 10% del PBI en base a suspender el pago de los intereses de la deuda externa, impuesto a los grandes monopolios y la renta financiera.
-                     Democratización del sistema educativo con gobierno docente-estudiantil para su plena participación en programas y proyectos.
-                     Plan de construcción de escuelas medias y de nivel inicial en todo el país según censo poblacional.
-                     Régimen de tutorías, horas institucionales y clases de apoyo para todas las escuelas y cursos, en base al aumento de la planta funcional estable de docentes, elegidos por concurso público.
-                     Escuelas iniciales públicas asociados a la escuela media para la maternidad-paternidad adolescente.
-                     Boleto estudiantil y comedores escolares.
-                     Fondos para que las bibliotecas escolares provean de libros gratuitos, acorde a las elecciones del gobierno docente-estudiantil de los establecimientos escolares.
-                     Creación del cargo docente para media que incluya un tercio de la jornada laboral extra-clase para capacitación docente, planificación, proyectos, atención de alumnos y familias.
-                     Educación sexual  efectiva en todas las escuelas. Distribución gratuita de anticonceptivos. Aborto legal para decidir.
-                     Creación de instituciones públicas que trabajen en red con salud y educación para la prevención y recuperación de adicciones.
-                     Urgente plan de viviendas sociales con créditos accesibles al salario de cada familia.



[i] La Ley de Educación Nacional Nº 26206/06 estableció que el sistema educativo obligatorio abarca el nivel inicial en la sala de 5 años, el primario, 7 años y el secundario, 5 o 6 años. Éste, a su vez, está organizado en un Ciclo Básico de 3 años y 2 de un Ciclo Orientado, diversificado según áreas de conocimiento, del mundo social y del trabajo. Dado que en algunas provincias el 7mo, 8vo y 9no año forman una unidad pedagógica, el presente trabajo unificará la designación desde 1º año a 12º, siendo este el último de la secundaria común. No se incluye la cuantificación del 6to año o año 13 por ser irrelevante a los fines de nuestro estudio.

[ii] http://repositorio.educacion.gov.ar/dspace/handle/123456789/54335
[iv] Ibid cuadro 7
[v] www.siteal.org. Escolarización en América Latina. Resumen estadístico comentado. Tabla 1. Pág. 2
[vi] Siteal según informa de la EPH 2013
[vii] Ibid Tabla 5. Pág.6 SITEAL base los cálculos mencionados en la Encuesta Permanente de Hogares de INDEC Instituto Nacional de Estadísticas y Censos 2013

[ix] Ver Ley de Educación Nacional establece en el art. 32 inciso C
[x] Informe de extrabajadores del INDEC desplazados por el gobierno (2013-primer cuatrimestre 2014). Según Ecolatina sería de 27%.
[xi] UCA Universidad Católica Argentina. Observatorio de la Deuda Social de la Argentina.
[xii] Actualmente el gobierno nacional solo aporta 1,22% del PBI al sistema educativo formal. La diferencia de gasto por alumno es de 1 a 5 según las jurisdicciones. Ver “Hay que cambiar el modelo de financiamiento de la educación”. www.lauraendamarrone.blogspot.com